sábado, 7 de marzo de 2009

Sábado Literario - El salir de la inocencia




Me acuerdo de...
Aquel invierno, no sé si los hechos que entonces acontecieron tuvieron la culpa de ello o bien la manera en que para mi esa época marcaría el paso de la infancia a la adolescencia.

Los Reyes Magos cabalgaban largos días y largas noches para finalmente llegar a nuestros hogares y regocijarnos con aquellos presentes tan anhelados durante todo el año. Esa noche para mi tierna infancia era especialmente importante para mí, pero no os equivoquéis, no por los regalos, que a menudo me frustraban, sino por lo que la noche en sí contenía. Para mi había magia en esa noche y yo la preparaba de manera especial: me acostaba temprano pero no dormía, me gustaba oír como se acercaban tras el repicar de los tambores, que os juro, oía con toda claridad esa ansiada noche y mirar curiosa tras el rabillo de la puerta por si se escapaba una sombra que pudiera dibujar en mi soñadora mente.

Ya de pequeña me gustaba subirme a las nubes y sentir desde ese rincón al mundo latir y vivir aventuras, románticos encuentros y sobretodo, soñar con ser feliz, con que todos aquellos seres que amo estén presentes en mi vida. 2 hechos sucedieron esa mágica noche de Reyes: mi querida profesora Dolors falleció de un ataque al corazón y descubrí que esos fantásticos Reyes que todo parecían poder lograr, no habían sido capaces de evitarlo.

Descubrí la realidad de nuestro mundo: nacemos, vivimos y morimos pero también sufrimos por tener que renunciar a tu presencia demasiado pronto... Te añoro Dolors.

18 comentarios:

Ardilla Roja dijo...

Sentimiento agridulce que te quedó para el resto de la vida.

Un abrazo, Pantera
Buen fin de semana

josef dijo...

algo terrible y que por primera vez marca la existencia en nuestras vidas. Descubrir nuestra mortalidad, porque hasta entonces los niños y los jóvenes casi se creen inmortales...Sentimientos encomiables.

Carmina dijo...

por mucha magia que haya la realidad solo es una de la muerte no nos libra nadie, es para lo unico que no hay solucion y nos deja ese dolor agridulce que tu has sabido plasmaren este relato... muy logrado

Paco dijo...

Esos recuerdos siempre nos traen "magia", aunque a veces no se pueda evitar que la rueda de la vida siga girando.

Tu descubriste en ese momento el misterio de la vida:
"Que tiene un límite, y que no sabemos cual es..."

Un beso entre nubes de algodón

tag dijo...

Es un poco triste descubrir tan pequeña que nada es eterno.
No acabas de comprenderlo y ese misterio de la vida, te da miedo.

Pero tambien es una buena forma de aprender a valorar el tiempo y todo lo bueno que nos ofrece la vida..... mientras dure.

Besossss

M.A dijo...

Qué golpe para una niña ¿no? Yo creo que cuando descubres esa realidad, te dan ganas de patear las puertas y volverte de espaldas a todo. Seguro que es el momento en el que nos adentramos en el mundo de los mayores y se nos borra la sonrisa de la cara. Afortunadamente, con el tiempo y la distancia, lo comprendemos todo. Los Reyes Magos sólo estuvieron ahí para los niños que creían en ellos.
Un abrazo. Muy buen relato, Pantera.

Gloria dijo...

Gracias por vuestros comentarios.
Ardilla, por suerte el sentimiento agridulce se desvaneció pero comprender que morimos a esa edad y en esa noche mágica sí que es una confrontación demasiado fuerte para una edad tan temprana, tal y como comenta Moderato y Carmina. Gracias también a vosotros por leerme.
Efectivamente Paco descubrir el misterio de la vida cuando todavia estás en la dulce inocencia (¿se sale alguna vez?jeje). Por supuesto Tag, hay que valorar el dia a dia, aprender a disfrutar de cada instante por si ese fuera el último y no andarse con memeces que tan a menudo sucede en nuestro mundo.
Yo, Mª Carmen tenia una imaginación tan grande que sí creo que llegué a verlos..
Mercedes, lo curioso es que sentí mucho más esa muerte que la de mi abuelo que fue poco tiempo después. Sentía gran predilección por esa mujer, a quien a menudo veía como una madre probablemente por su tendencia a cuidarme.
Un beso muy fuerte a todos!

Marina dijo...

me encantó tu relato. Un saludo.

XoseAntón dijo...

¿Crees que, viviendo en galicia, casi toda mi infancia, recuerdo el día de reyes con un sol radiante? Pues es cieto, en mí caso el regalo ayudaba mucho, era el mismo todos los años: un tractor y una pistola; lo que quería y les pedía siempre.

Y es verdad, uno de los primeros desengaños dolorosos es descubrir que los Reyes son más reales que mágicos.

Bikiños

iñaki zaratiegui dijo...

La magia de los reyes, como todas las magias se desvanece, ¿o no?.
Pero lo que se nos hace duro, es saber que somos nosotros los encargados de hacer que la magia continue. Luego al discurrir de la vida lo vamos descubriendo, en tu caso es ahora, cuando la magia que tu profesora Dolors sembro en ti, tu la vas esparciendo.
Un saludo Pantera.

Juan Manuel Rodríguez de Sousa dijo...

Un recuerdo triste el que has esbozado en este sábado literario.

Desde luego, me está siendo muy últil a la hora de conocer a nuevos blogeros,

Saludos,
Juanma

Gloria dijo...

Gracias también a vosotros, Marina, Xose, Izara y Juanma por vuestros comentarios a mi post. La verdad es que podía haber recordado otros hechos de la infancia menos tristes pero el primero que me vino a la cabeza fue este, pero tranqui amigo Juanma que no suelo ser demasiado "depre" sino al contrario, me tomo la vida con bastante filosofía.
Cuanta razón tienes Izara en decir que ahora nos toca a nosotros hacer de la vida una magia a diario y lo dificil que nos resulta muchas veces.
Xose, ¿fijación con los regalos? Un tractor y una pistola, ¿no se te ocurria nada más? Divertido a la vez que curioso.
Marina me alegra que te haya gustado el relato.
Un beso a todos vosotros

Felisa Moreno dijo...

Hola Pantera, estoy visitando los blogs del sábado literario y creo que este es el único que me faltaba. Gracias a la iniciativa de Mercedes voy conociendo más gente.

Tu relato describe lo que muchos sentimos de niños, la nota trágica la pone esa muerte, la primera de la que tenemos conciencia y que nos hace ver lo efímera que puede ser nuestra vida.

Me ha gustado.
Besos

Lupe dijo...

Hola, Pantera: Así es la vida. Nos trae cosas buenas y no tan buenas. Por eso tienes razón, de vez en cuando es bueno subirse a una nube. Me ha gustado esa idea. Si te parece bien...me la llevo.

Gracias por visitar mi blog.

Un besote.

Maat

El desván de la memoria dijo...

Hola, Pantera.
Sí, si como niños todo lo magnificamos, la muerte puede ser percibida como algo muy especial, que quizá se asimila con el tiempo.
Un relato intenso y triste, que con tus tres últimas palabras has dejado aún en el recuerdo del presente.
Un abrazo,
Ramón

Tapioski dijo...

Pasar de la ilusión por la llegada de los Reyes Magos, a la desilusión por la cruda realidad de nuestra existencia. Envidio la ingenuidad e inocencia de los niños. Un abrazo.

Nancy dijo...

Debe ser muy duro pasar de tu realidad de niña feliz a la realidad del dolor y de la pérdida por la misma puerta: una fiesta mágica. Qué hermoso y doloroso relato. Un apapacho

Gloria dijo...

Gracias a los últimos bloggeros que pasaron por mi blog en Sábado Literario: Nancy, ¿Apapacho es como abrazo? Lo mismo para tí.
César, yo también envidio la inocencia de los niños por eso todavia a menudo me comporto inocentemente.
Ramon gracias por leerme y por tu comentario, me consta que es un honor que lo hagas. Han pasado muchos años desde su muerte pero todavia al recordarla siento nostalgia por ello.
Maat, me alegra que te quedes con la idea de subirte de vez en cuando a la nube, de veras ahí se vive feliz porque desconectas de aquello que no te interesa y aún algunas veces necesitamos hacerlo. La vida chica no siempre es facil.
Felisa, también me alegro de haberte conocido gracias a las iniciativas de Mercedes. Para mi es un placer, te considero muy buena escritora. Un abrazo a todos.