lunes, 19 de abril de 2010

Apuntes sobre Inteligencia Emocional



La inteligencia emocional supone aprender a conocer, sentir y gestionar las propias emociones y las de los demás para conseguir sentirnos bien y hacer que nuestras relaciones sean más satisfactorias.

En la vida perdemos mucha energía, mucho esfuerzo en inútiles batallas que iniciamos sin siquiera saberlo. La Inteligencia emocional consigue que gracias al autoconocimiento de ti mismo/-a, entiendas cómo te sientes en cada momento, sepas el propósito que tiene en cada momento la emoción sentida y aprendas a regularla, a gestionarla para que no te cause malestar ni a ti ni a aquellos que te rodean.

Cuando actuamos con inteligencia emocional, nos mostramos empáticos, es decir, sabemos ponernos en el lugar del otro, y así entender cómo se siente. Eso facilita la comunicación y en consecuencia favorece las relaciones saludables.

La inteligencia emocional nos permite apaciguar nuestra mente, sin derroche de energía, usándola para un único propósito: pensar racionalmente, con lógica, sin filtros emocionales que distorsionen la vivencia real.

Somos lo que pensamos, por tanto si pensamos negativamente, esto es lo que creamos: negatividad a nuestro alrededor. Con la inteligencia emocional aprendemos a controlar nuestros pensamientos, con el objetivo de armonizar nuestra vida.

Hay que entender que el ser humano no sólo está formado por el cuerpo y la mente; las emociones también tienen cabida en ese conjunto. El ser humano tiene que encontrar el equilibrio entre estas instancias: cuerpo, mente y emociones. Con inteligencia emocional conseguimos responsabilizarnos de las emociones sentidas, entender la función que cumplen en todo momento. Como sentimos lo que pensamos, la misma inteligencia emocional ayuda a pensar positivamente y racionalmente.

La inteligencia emocional nos ayuda a estar en el presente, a desprendernos del pasado y a no preocuparnos por el futuro.

Nos hacemos cargo de nuestra vida, de nuestro ser, al que amamos y por tanto lo cuidamos, entendiendo también que forma parte de una unidad con el que está conectado, el Universo, la Tierra, el resto de nuestros semejantes, el resto de seres vivos.
Nuestra actuación tiene repercusiones en esa unidad por tanto es imprescindible que aprendamos inteligencia emocional para el bien de la humanidad y del universo.