lunes, 5 de diciembre de 2011

AMAR NO ES POSEER




Diálogo imaginario entre una pareja:

Ella le dice a él:
Te amo, me gusta sentir que tú también me amas, que me deseas, que me quieres sólo para ti, que te muestras celoso cuando miro a otros,…

Él responde:
NO, Claudia, esto no es amor. Amar no es poseer. Yo no quiero poseerte, no quiero temer perderte. Sólo quiero amarte porque así lo elijo, libremente.

Claudia duda:
Pero Diego, si no hay atadura el vínculo puede romperse.

Diego responde:
Si así sucede es porque así lo decidimos soberanamente, desde nuestra individualidad atendiendo a nuestra libertad.

Claudia sigue expresando recelo en su duda:
No entiendo. Cuando nos comprometimos, me prometiste fidelidad y amor eterno. Cuando nos casamos, el sacerdote que ofició la ceremonia dijo que tendríamos que estar juntos hasta el resto de nuestros días. Mi madre, cuando yo era adolescente, me contaba que un hombre es para toda la vida,…pero nunca me contó cómo hacer que no tome otro camino que no sea el de seguir a tu lado.

Diego aclara dulcemente:
Nuestra unidad esta formada por dos seres libres, únicos e individuales, por tanto soberanos. Ni yo puedo mandar sobre ti ni tú sobre mí. Tratamos de elegir las cosas juntos, pero habrán cosas que te gusten a ti y otras que me gusten a mí. Eso no significa que ya no nos amemos. Eso refuerza nuestra individualidad. Las compartiremos si deseamos hacerlo entendiéndonos ambos como soberanos, pero si lo hacemos a causa de prejuicios, temores, dudas, controles… pisamos la propia soberanía.

¿Tú, Claudia, realmente necesitas controlar mis movimientos? ¿Te sientes amada cuando yo te coarto tu libertad?

Claudia responde:
No sé contestarte. Si te veo hablando con una amiga, recelo de ella. Si te suena el móvil y el número que llama no es conocido por mi, pienso que tienes una aventura. Si al acostarnos y yo acercarme me dices que estas cansado y ese día no hacemos el amor, pienso que ya no me deseas. Si eliges salir un viernes a cenar con tus amigos en vez de llevarme a un restaurante de parejas, siento celos porque presupongo que prefieres su compañía en vez de la mía. Evidentemente pienso que si me amaras sólo desearías estar conmigo.

Diego se echa a reír y dice:
No ves que en el trasfondo de todos tus argumentos solo hay deseo de poseer por temor a perder. Cuando reclamas esa posesión cedes tu individualidad y reclamas la mía. No existe un vínculo sano entre dos personas si se pierde la soberanía de cada uno. ¿Te das cuenta que todo lo que reclamas se basa en creencias irracionales que parten de una sociedad que confunde el libre albedrío con la infidelidad, que exige posesión pero al mismo tiempo castiga el comportamiento basado en los celos? Y yo digo, ¿dónde está la línea adecuada?

Vivimos en una ilusión que crea polaridad entre los propios actores, que acusa de maltratadores aquellos que “controlan” pero que al mismo tiempo reafirma continuamente esa actitud posesiva. Somos esclavos de nuestros miedos, nos permiten disponer de nuestro propio feudo para sentirnos poseedores de algo, en este caso, poseemos la soberanía de otro ser humano, nos creemos libres y juzgamos siempre la polaridad para evaluar el comportamiento correcto en base a los principios que nos han inculcado.

Claudia, olvida todo lo aprendido y respóndeme:
¿Sientes necesidad de controlarme?
Si así fuera, eso indicaría que confías en mí o al contrario.
Si nuestra relación fuera una casa, ¿tendría ventanas? Y éstas ¿cómo estarían abiertas o cerradas?

Claudia refunfuñando dice:
Tú Diego siempre usando recursos psicológicos.

Diego:
Las alegorías siempre se usan con buenos fines.
Al igual que haces respirar las habitaciones de tu casa para que salga el aire viciado y entre el aire fresco, las relaciones tienen que permitir el espacio de cada uno porque eso refuerza el vínculo en vez de ahogarlo.

Amar no es poseer, Claudia. Soy un ser libre que elige amarte HOY, AHORA, DURANTE pero siempre desde mi soberanía y libertad como individuo, jamás pisando la tuya. Por eso TE AMO pero NO TE POSEO, porque hacerlo iría en contra de tu soberanía.

6 comentarios:

Celia Álvarez Fresno dijo...

Querida amiga:
Muy interesante este diálogo.
¿Qué tal todo?
Tengo que escribirte una carta bastante larga.
Os recuerdo con muchísimo cariño.
Muchos besos para ambos.

Anónimo dijo...

Interesante visión de las relaciones

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo,, pero todo lo que sea aceptado por ambas partes es válido para ellos. Cada pareja puede ser feliz si actúan con plena libertad. Gracias Gloria.
Felices Fiestas y próspero año nuevo 2.012.

Joan.

Anónimo dijo...

Este Diego sabe mucho. Feliz 2012 Gloria!! de Amparo

Toni Barnils dijo...

Genial. Siempre he pensado en el respeto a la libertad y la confianza. Si no somos capaces de respetar en este sentido a quien amamos (extensible a tantas personas de nuestra vida) como podemos esperar que ellas nos respeten a nosotros.

un abrazo

Anónimo dijo...

Ojala huviese leido esto hace un año. Que pena pq por mis celos he perdido a mi pareja. Pero bueno todo tiene sulado positivo, he aprendido que amar no es atar.