martes, 17 de febrero de 2009

En busca del propio equilibrio



Con el ajetreo que vivimos en nuestros días se hace difícil que echemos de vez en cuando una mirada a nuestro interior de forma relajada, pero, aunque difícil, es necesario que lo logremos para mantenernos estables interiormente. Quizás sólo nos falte llegar a reconocer cuáles son las lagunas que disipan el equilibrio en vuestras vidas.

Nuestro yo tiene muchas maneras de defenderse de los “intrusos”, aunque entre ésos nos contemos a nosotros mismos, por ello muchas veces no podemos encontrar el desequilibrio que nos invade y nos parece “palabrería” todo lo que podemos leer en los libros de autoayuda.

La realidad es que demasiadas veces la verdad podría lastimarnos y por eso nos protegemos con la defensa de la “represión”.
Si nos mantenemos tenaces en nuestro objetivo lograremos alcanzarlo pero para ello debemos fomentar una autoestima alta que ningún análisis profundo pueda derrumbar.
La clave se encuentra en nuestros pensamientos, en su positividad. Un lenguaje apropiado, con el tiempo, formará los cimientos para asentar nuestra propia valía con fuerza.

Hay que mantener la mente clara, despierta sin enturbiarla con pensamientos negativos que fomentarían desequilibrio interior.
Hay que gozar con un repertorio siempre apropiado de emociones que mantengan sana nuestra persona.

Recuerda que las emociones parten de tus pensamientos y que éstos los creas tú.

La vida está llena de pruebas por las que pasar, de caminos tormentosos que desechar o de obstáculos que vencer.

La vida es demasiado corta para rendirte a mitad del camino sin apenas haber probado su dicha.

A cada paso que avanzamos, aprendemos algo aunque el paso sea doloroso. No sólo tenemos que aprender de las experiencias positivas, las negativas han surgido en el camino siempre por algo, jamás por azar.

Eres capaz de proseguir con equilibrio y descubrir ese bienestar, o por el contrario, invadir tu mente con insensatez.

Tú eliges siempre, aunque demasiadas veces no lo parezca.

4 comentarios:

M.A dijo...

Tus palabras me parecen muy sabias. Te imprimen ese pellizquillo a tiempo para que no te acomodes sobre algún asiento que pudiera desinflarse poco a poco sin que lo notes.

Es cierto lo de que aprendemos a cada paso; y de las caídas, mucho. Los obstáculos están ahí para que no nos durmamos al "volante" y nos sintamos felices al comprobar que hemos superado algunos muy difíciles.
Enhorabuena por tu blog.

Paco dijo...

El equilibrio. Ese ser a veces desconocido para muchos. Cuesta trabajo encontrar ese punto intermedio en nuestra vida. Pero a veces es más fácil cuando los que te rodean, tu pareja o tus amigos te echan una mano.

Los obstáculos sirven como experiencia. Aunque creo recordar que el hombre es el único animal capaz de tropezar "n" veces con la misma piedra...

Gloria dijo...

Mercedes y Paco,

Gracias por vuestros comentarios. Pienso que el ser humano necesita estar continuamente reequilibrándose porque cada paso que da comporta alegrias y decepciones y el rompecabezas que forma tu ser tiene que resituarse con cada avance. Un beso a ambos.

Sundance dijo...

Quien domina el equilibrio transita los caminos de la paz interior, el verdadero meollo de la existencia humana.
Prometo pasar a menudo porque me encantó lo que leí.
Ruge alto pantera!